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Los bosques proporcionan una valiosa materia prima: la madera. Es un material de construcción versátil y también puede utilizarse para fabricar papel.
Un suelo forestal sano filtra los contaminantes del agua. La almacena y la devuelve gradualmente a las aguas subterráneas.
Las hojas de los árboles filtran el hollín, el polvo, los gases y las sustancias radiactivas del aire.
Un roble de 100 años satisface las necesidades de oxígeno de unas 12 personas.
Las raíces de los árboles mantienen el suelo firme. Sin un bosque puede ser arrastrado por el viento y lavado por el agua.
El bosque te hace bien. Se ha demostrado científicamente que un paseo por el bosque tiene un efecto positivo en nuestra salud física y mental.
El bosque tiene un efecto estabilizador sobre el clima local. En verano hace hasta 8 °C menos que en el centro de las ciudades. Incluso los árboles de las calles tienen un efecto estabilizador sobre la temperatura y la humedad.
Los bosques almacenan carbono, por lo que son buenos para el clima. Los árboles absorben dióxido de carbono del aire y utilizan la luz solar para convertirlo en madera. El carbono queda almacenado en la madera. Cuando utilizamos la madera, permanece allí mucho tiempo después de la vida del árbol.
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