Los insectos realizan muchas tareas vitales en el bosque. Alrededor del 80% de todas las plantas forestales son polinizadas por insectos. Entre ellos no sólo hay abejas silvestres, sino también moscas, mariposas y escarabajos.
Muchas especies de insectos también desempeñan un papel importante en el ciclo de los nutrientes. Por ejemplo, comen hojas, agujas, madera muerta o carroña. El material es digerido, liberado con sus heces y procesado posteriormente por microorganismos. Los nutrientes vuelven a estar disponibles para las plantas.
Los insectos son también una importante fuente de alimento para muchas especies de mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Muchas especies de insectos depredadores también se alimentan de otros insectos.
Los órganos sensoriales de los insectos están especializados según su modo de vida. Las abejas y las libélulas, por ejemplo, tienen ojos compuestos formados por varios miles de ojos individuales. Tantos ojos les facilitan la percepción de los movimientos. Esto es importante si quieren volar rápido.
El número de insectos que viven en un bosque depende de la cantidad de pequeños hábitats que haya. Los bosques con una estructura rica y diferentes especies de árboles y arbustos de todas las edades proporcionan un hábitat para más especies de insectos que los bosques gestionados de manera uniforme. Cuanto más viejo es un bosque, más especies de insectos contiene.