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Casa de la naturaleza

Cazadores sigilosos

Los gatos monteses necesitan bosques mixtos grandes, continuos, casi naturales y no perturbados. El territorio de un animal es aproximadamente del tamaño de 300 campos de fútbol. La destrucción de sus hábitats provocó una fuerte reducción de su número, pero hoy en día vuelven a estar muy extendidos en muchos bosques alemanes, incluido el Kottenforst. A ello han contribuido el aumento a largo plazo de la proporción de madera vieja y muerta en los bosques, el mantenimiento de las praderas forestales y la estricta protección de los animales.

Los gatos monteses sólo suelen salir de su escondite por la noche y al atardecer. Son tímidos y sólo pueden verse en muy raras ocasiones. Existe un truco para averiguar si se pueden encontrar gatos monteses en una zona forestal. Se aprovecha el fino olfato de los gatos monteses y su preferencia por la valeriana, por la que se sienten atraídos, especialmente durante la época de celo. Cuando se rocía valeriana sobre una clavija de madera en el bosque, los gatos monteses se frotan contra la madera y dejan un poco de pelo. Mediante análisis genéticos, los científicos pueden determinar si el pelo procede de un gato salvaje real o de un gato doméstico.