Hay más seres vivos en un puñado de tierra que humanos en la Tierra: gusanos, escarabajos, arañas, ácaros, larvas, bacterias, algas, hongos, por no hablar de muchos otros. Descomponen el material animal y vegetal muerto, por ejemplo, las hojas caídas.
El material que criaturas pequeñas como los escarabajos y las arañas no pueden descomponer es absorbido por organismos aún más pequeños, como bacterias y hongos. Como resultado de esta descomposición paso a paso, los organismos del suelo forman lo que se conoce como humus y proporcionan los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas. Al mismo tiempo, aflojan y airean el suelo.